Se va a cumplir un año desde que se inauguró el área de autocaravanas de Donostia. Un año en el que ha demostrado su utilidad y ha servido de alojamiento a numerosos autocaravanistas.
Donostia es una de las ciudades de España con el suelo más caro. El centro, como muchas otras capitales dispone de pocas plazas de estacionamiento en superficie aunque la oferta de estacionamiento cubierto es amplia pero imposible para la altura de nuestras autocaravanas.
Tradicionalmente las autocaravanas que nos visitan estacionaban y estacionan en el parking de Mompás, en la playa de la Zurriola (Gros), especialmente practicantes del surf que acuden a cabalgar en la ola de la playa. El Paseo Nuevo o las escasas plazas del paseo de la playa de Ondarreta son otros lugares deseados. Finalmente algunos lugares tales como el estacionamiento de la Estación de la RENFE, el paseo de la margen derecha, Anoeta o lugares aislados de Amara junto con el grueso en la zona del Antiguo y el campus universitario completan la acogida de autocaravanas en Donostia.
Pues bien, en todos estos lugares se ha podido y se puede seguir estacionando o pernoctando con las mismas facilidades o los mismos problemas que antes de construirse el área.
Donostia, es una ciudad que aun habiéndose producido hechos puntuales derivados principalmente de las quejas de los vecinos ocasionados por actitudes incívicas de algunos usuarios de vehículos utilizados como vivienda, compuestos principalmente por jóvenes o nómadas es una ciudad que respeta el derecho a pernoctar en una autocaravana correctamente estacionada.
Esta actitud está mediada por la frecuencia y calidad de comunicación que mantenemos los autocaravanistas locales con los concejales responsables y los mandos de la policía.
Sin embargo estacionar en el centro o cerca del mar tiene sus dificultades. En primer lugar la bahía de la Concha no dispone de ninguna plaza de estacionamiento al aire libre. El puerto y sus inmediaciones son lugares destinados únicamente a los residentes y vehículos autorizados. El Paseo Nuevo y Ondarreta, dispone de un sistema de estacionamiento en rotación que impide permanecer legalmente más de 9 horas seguidas aunque, por el momento, los encargados de la vigilancia lo toleran mientras no haya quejas de los vecinos. La Zurriola no dispone de espacios adecuados y obliga a una autocaravana a ocupar varias plazas o a invadir la acera con el voladizo causa de sanciones.
Del resto, el único lugar aceptable es el entorno de la ciudad deportiva de Anoeta aunque sometida, como todo el resto del casco urbano a las limitaciones del tiempo de ocupación de plazas de un estacionamiento en rotación, al tráfico y a las restricciones que se originan con los eventos deportivos o espectáculos. La Zurriola y el Paseo Nuevo también sufren frecuentemente prohibiciones por ferias o espectáculos, en especial en verano o el riesgo de los temporales en el Paseo Nuevo en invierno.
En conclusión, disponer de un lugar reservado para el estacionamiento de 44 autocaravanas en un entorno seguro y tranquilo y bien acondicionado, dentro de la ciudad, a escasos 15 minutos a pié de la playa de Ondarreta y a 45 del Boulevard, con tres líneas de autobús en doscientos metros y un carril para bicicletas de cuarenta kilómetros por toda la ciudad es todo un lujo para los autocaravanistas que nos visitan y un motivo para agradecer la disposición de un ayuntamiento que acoge nuestra forma de hacer turismo.
En contraste con los datos aportados y comprobables, un conocido “compañero” escribe en un foro autocaravanista el pasado 3 de marzo la siguiente frase para justificar los nulos resultados que obtiene sus gestiones en su propio ayuntamiento desde 2003, según explica las razones para rechazar la creación de un área en un lugar inadecuado según su criterio:
“Algunos entendimos que esto no se podía aceptar, era un geto y un ofrecimiento abusivo para nuestras aspiraciones autocaravanistas, tener esto siempre presente, Santander no tiene un área hace tiempo, como por ejemplo San Sebastián u otras ciudades, porque algunos no hemos aceptado ningún gueto, con prohibiciones en los lugares de destino”.
Esta inocente frase es una muestra del carácter franco, veraz y directo de un compañero. Gracias por la atención que nos dedicas, autoreisen.
Durante este año han surgido algunas novedades en el uso del área, comunicar estas novedades es el motivo principal de esta nota.
El terreno donde está ubicado el área es propiedad de la Universidad del País Vasco, el acondicionamiento del terreno que no tenía uso lo hizo el ayuntamiento con un importe cercano a los 300 mil euros. En las proximidades existía un parking para autobuses municipal y un gran parking privado de la UPV con barreras para impedir la entrada de vehículos altos. El entorno posee numerosas plazas de estacionamiento libre que se utilizan y se utilizaban frecuentemente por autocaravanistas.
En diciembre pasado se comenzó a construir la biblioteca central sobre el parking privado destruyéndose unas 250 plazas, para paliar este déficit, la UPV echó a los autobuses y ocupó el terreno, junto a otro sin urbanizar donde también estacionaban camiones y autocaravanas para crear un parking de uso exclusivo para los docentes y estudiantes.
Esta circunstancia ha propiciado que algunos turismos invadan el área así como algunos autobuses. Cuatro de éstos pertenecen a la UPV y nos hemos visto en la necesidad de aceptar compartir el espacio, de esta forma, de lunes a viernes y del 1 de septiembre al 30 de junio habrá un espacio reservado para los cuatro autobuses que cubren el servicio de la universidad.
Esta circunstancia no nos es del todo desfavorable. Por una parte el uso limitado al período lectivo y en días laborables no nos crea ningún problema grave pues las treinta y cuatro plazas restantes son suficientes y nos dejan libres los meses de mayor demanda además de todos los fines de semana. Como compensación contamos con la vigilancia permanente por el personal del campus.
El uso durante este año ha sido bastante satisfactorio, los españoles han sido los principales usuarios, entre ellos, predominan los del País Vasco y Navarra. Es de destacar que el comportamiento de los autocaravanistas españoles ha sido ejemplar. Algunos, extranjeros principalmente, han sacado elementos, mesas y sillas de una forma discreta, solo durante las comidas y han sido unos pocos los que han dado la nota con la extensión de toldos o tenderetes. Por el momento la policía no llama la atención y los vecinos, al parecer no presentan quejas.
Los abusos más frecuentes son la utilización de los grifos para la higiene personal y el lavado de vajilla y enseres aunque en conjunto el comportamiento no ha creado más molestias que las de algunos jóvenes que han generado ruidos nocturnos que han molestado al vecindario.
Otra forma de abuso de mayor riesgo es la estancia de algunas personas que utilizan la autocaravana o caravana permanentemente, de forma nómada o no, como vivienda o la estacionan de forma prolongada. Algunos de estos comportamientos fuera de las normas se han permitido por la falta de instrucciones concretas por parte de la policía municipal a pesar de que las condiciones de uso han sido aprobadas por el Pleno y expuestas en un panel en nueve idiomas.
Durante este año no se ha realizado el cobro por el uso del área cuya tarifa aprobada es de 6 euros en verano y 3 el resto del año. Ambas tarifas se corresponden con las que pagan los propietarios de turismos por estacionar en las zonas más económicas de la ciudad y los servicios y suministros de agua son gratuitos.
A partir de primeros de Mayo se iniciará el cobro de la estancia en el área por medio de una máquina expendedora de ticket y será vigilada por un empleado de la empresa que gestiona el resto de los parking utilizando todos los medios disuasorios comunes al resto de la ciudad para toda clase de vehículos. Por otra parte el cobro de estacionamiento se va a extender a todas las plazas del barrio de El Antiguo por lo que será más difícil encontrar plazas de estacionamiento al aire libre gratuitas cuya preferencia será para los residentes.
Es necesario recordar que las normas de uso son las siguientes:
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Es un espacio de estacionamiento exclusivo para autocaravanas y autobuses autorizados, éstos de lunes a viernes y desde el 1 de septiembre hasta el 30 de junio.
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El tiempo máximo de estancia (flexible en temporada baja) es de 48 horas.
No se permiten extender elementos que ocupen la vía pública.
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El parking es de pago por medio de una máquina que expende los ticket y vigilado. El carecer del correspondiente título será sancionado de acuerdo con las normas que rigen para el resto de la ciudad y para todos los vehículos.