FERROL
El aparcamiento de la playa de Doniños está empezando a tomar su aspecto habitual de verano. Los coches y las autocaravanas se alternan. Los usuarios de siempre y los que vienen de fuera se mezclan. «Chloe y yo vinimos a hacer surf», comenta en inglés el suizo Malik Mechti. El deporte de la tabla es uno de los atractivos que pone a los arenales de Ferrol en el mapa mundial. «Es un buen lugar, calmado durante el día y silencioso por la noche», continúa Malik, mientras él y su pareja preparan una tortilla española y arroz con coliflor.