¡Autocaravanista sin complejos!
Si una imagen vale más que mil palabras, en este caso, la imagen de esta autocaravana vale un diccionario sobre autocaravanismo. No le falta detalle. Es un “motorhome” auténtico. Casa + Motor. Hogar arrancado metafóricamente de su solar y colocado directamente sobre el chasis de una camioneta. Su rudo motor se estremece como en sus mejores tiempos.
Este autocaravanista no necesita acudir a las “Ferias” para hacerse con una autocaravana. No mira el estado del asfalto para moverse. No echa de menos su residencia habitual. Desplazarse de un lugar a otro lugar es lo cotidiano en su vida. Es un un auténtico pionero de la libertad a comienzos del siglo XX para crear sin cortapisas su propio artilugio, para evadirse del lugar permanente, para convertirse en ciudadano nómada. En el fondo el autocaravanismo impulsa, aunque sea de forma residual, nuestro instinto nómada en busca de otras culturas, de otros paisajes, de otras formas de vida.